Vivimos en
una sociedad donde en general nos han enseñado de la culpa. Hemos aprendido a
ser culposos incluso por medio de algunas religiones. Así también tendemos a
buscar culpables en cualquier situación. Creo que esto es un error, pues le
agrega una carga negativa a la persona o a la situación y se desenfoca de lo
más importante, el hecho de que tenemos algo que aprender. ¿Estas de acuerdo
conmigo? ¿Quieres revisar tus creencias al respecto? Pues sigue leyendo.
El mundo
de la culpa.
Desde mi
punto de vista, una forma bastante simple de ver el mundo es clasificar a la
gente en buenos y malos. Por supuesto, los malos son culpables. Eso es lo que
no han enseñado. Sin embargo, creo que la vida es mucho más profunda y hay muchas
cosas que desconocemos. Hay muchos matices y no sólo blanco y negro.
Considero que
la culpa es un gran desperdicio de tiempo y energía porque en general la gente
está tratando de evadirla o acusar a otro para no sentir el peso de ser
culpable, pues eso te supone malo.
Aquí te
presento otra perspectiva. Hay experiencias para disfrutar y otras para crecer.
En la del disfrute todos somos felices, en las de aprendizaje, todos tenemos
una contribución. Entonces, cuando un evento ocurre, en lugar de buscar culpables
y así generar mayor confusión, dolor y conflicto, es mejor asumir tu cuota de
responsabilidad. Así podrás aprender de lo sucedido, reparar lo que te
corresponde, dentro de ti o en una relación. Creo que nuestras vidas serían
mucho más simples y con menos dolor si dejáramos de mirar lo que nos ocurre
desde estos paradigmas que en mi opinión están vencidos.
Culpar a
los demás es tentador.
Culpar a
alguien cuando hay una pelea o en medio de un conflicto es muy tentador. Es
cómodo creer que el otro es el malo, quien te daña. Pero cuando ves la
situación de esa manera, no asumes ninguna responsabilidad. Date cuenta de la
diferencia. Nadie quiere asumir la culpa y eso es lo correcto pues no se trata
de culpas, sino de responsabilidades. Esta última, es la contribución que cada
uno ha tenido sobre el resultado final.
En tu caso,
si no asumes que tú has hecho un aporte que ha producido esa experiencia que no
te gusta, te quedas como una víctima del otro. Si bien es reconfortante
sentirse así, porque te ves como el bueno del cuento, es terriblemente dañino.
Una víctima no puede resolver una situación, no necesita ni puede cambiar nada
y por tanto está destinada a repetir la misma experiencia dolorosa una y otra
vez.
La culpa
por tener más.
Para este
tema hablaré de mi experiencia. En el pasado, me sentía culpable por estar en
mejores condiciones económicas que muchas personas. Recuerdo hace casi 30 años
cuando fui por primera vez a Orlando. Estaba tan contenta por la experiencia y
al regresar, vi en el aeropuerto a unos niños que parecían no tener casa. Sentí
el dolor de un mundo injusto y me sentía muy mal porque esos niños no tenían la
misma posibilidad que yo.
Ahora, luego
de muchos años, aprendizajes y sabiduría miro la vida desde un punto de vista
completamente distinto. Vivo en Venezuela, donde hay una pobreza extrema en un
gran grupo de personas. La culpa ha sido sustituida por la compasión. Más allá
de la política y la economía, no se por qué a algunas personas les corresponde
una experiencia mientras a otras tienen una distinta.
Creo en el
poder que todos tenemos para crear una vida de abundancia, pero también sé que
es un poder que muchos desconocen. Además sé que el recorrido de cada alma es
distinta y no me corresponde a mi juzgar a nadie.
La culpa ha
sido sustituida por la responsabilidad también en este caso. Soy un ser
afortunado, dispongo de todo lo que necesito y más. Así que una forma de ser
agradecida con la vida y su generosidad es compartir de lo que tengo. Lo hago
con amor y compasión. Esto último no es lástima, que coloca a quien ayudas por
debajo de ti. Así, dedico parte de mi tiempo y mis recursos para cocinar,
repartir comida y ayudar a tantas personas como puedo. Por eso siento que mi
prosperidad es también fuente de bienestar para otras personas.
Algo más
sobre la responsabilidad
Recientemente
me llegó un video de Will Smith donde habla de este tema. En este video hace un
señalamiento importante. Por ejemplo si tuviste un padre abusivo o alcohólico,
no fue tu culpa, pero si lo es asumir tu responsabilidad para sanar las huellas
que esta vivencia tuvo en tu vida.
En este
video, Will sugiere -y estoy totalmente de acuerdo- que tu vida, tu felicidad y
tu bienestar son completamente tu responsabilidad. Por tanto debes hacer tu
parte para superar lo que sea que te haya ocurrido y haya dejado una huella
negativa en ti. Este famoso actor también dice que en lugar de buscar
culpables, es mejor que te enfoques en asumir la responsabilidad de sanarte y
pasar la página. Aquí te dejo el video.
Ojalá todas
estas reflexiones te ayuden y abran tu mente a mirar tus vivencias con otros
ojos. ¡Bendiciones para ti!
Nota: Para temas como estos y otros de la misma
autora, también puedes visitar www.carlaacebeydesanchez.com