En la
actualidad, una organización puede ser tan simple como la familia o tan
compleja como una corporación internacional. Las organizaciones necesitan ser
creativas para proporcionar contenido de valor agregado incrementado a los
grupos de interés (éstos incluyen administración, inversionistas, clientes,
proveedores, empleados, familias de los empleados, y la comunidad). Los
empleados que trabajan intensamente sólo pueden suministrar contenido limitado
de valor agregado incrementado a los grupos de interés de las organizaciones.
Únicamente el uso efectivo del potencial creador de la administración, de los
empleados y de los proveedores de la organización le permitirá cumplir sus
obligaciones para incrementar el valor agregado a todos los grupos de interés.
Muchos gerentes y altos ejecutivos tienen una actitud de
mantenimiento. Creen que su trabajo consiste en procurar que todo siga
funcionando y en resolver los problemas a medida que se presentan.
Lamentablemente, en un mundo muy competitivo, la gerencia de mantenimiento ya
no es el concepto poderoso de antes. Porque mientras unos tratan de conservar
su posición, los competidores tratan de adelantarse.
Por consiguiente, hay que mantenerse a la par de los
competidores en términos de precio, calidad, distribución y promoción. Se debe
buscar diferenciación del producto y tomar algunas iniciativas de
comercialización, evidenciando la necesidad de ser creativo.
¿Cómo lograr la creatividad corporativa? Una compañía es
creativa cuando sus empleados hacen algo nuevo y potencialmente útil sin que se
les haya mostrado o enseñado directamente. Los resultados tangibles de la
creatividad corporativa son el mejoramiento y las innovaciones que día a día
todos los empleados aportan.
De este modo, la organización debe abrir
un campo hacia la innovación mental de sus gerentes, por medio de estrategias
de comunicación y de constante capacitación. Asimismo, el empleado debe
entender que para evolucionar no sólo debe tener a su mano un conocimiento
previo de una función, es decir aprender un saber y terminar; lo que debe tener
en cuenta es que aprender y ser más creativo es mucho más valioso.
Esta nueva
formación de aprender y ser más creativo, para poder evolucionar en cualquier
gestión, es consecuencia inmediata de los tiempos modernos, ya que todos los
días el recurso humano de una empresa, se encuentra con diferentes problemas e
innovaciones. Lo que el empresario debe tener en cuenta es que esta formación
es lenta y requiere de la ayuda de sus empleados; pero si se quiere estar
avanzando, conociendo nuevos mercados y nuevas formas de conseguir utilidades,
los directivos no sólo están en la consecución de esta meta, se requiere
también preparación del recurso humano.
Uno de los
problemas hoy en día es que los empleados se limitan a un sueldo y a unas
funciones cotidianas, sin pensar en que los empresarios, por querer estar en
mercados globalizados necesitan imaginación y creatividad sin importar la
función que desempeñe. Por esto, el gerente del siglo XXI, si no se quiere
quedar rezagado a una participación pasiva en el desarrollo de una empresa,
debe unir tres elementos fundamentales en el desarrollo laboral: un constante
estudio, una actitud crítica, y una gestión honesta y que además, tenga
ingredientes de imaginación, creatividad y comunicación.
En este sentido, el gerente debe encaminarse hacia la creatividad, la polivalencia
y que sean unos buenos comunicadores. Estos factores, junto con una serie de
valores y ética, crean el empleado perfecto del nuevo milenio. De este modo, la
persona que se dispone a trabajar debe discernir con detenimiento los nuevos
adelantos tecnológicos y aplicarlos a su empresa creativamente, sin importar
una gestión sino el gusto de poder colaborar una misión y un desempeño.
Por otro lado, la creatividad no es sólo una manera de
hacer mejor las cosas. Sin creatividad no podemos utilizar plenamente la
información y la experiencia disponibles, encerradas dentro de viejas
estructuras, viejas pautas, viejos conceptos y viejas percepciones. De lo cual
se desprende, que muchas organizaciones tradicionales resultan ser unidades de
negocio sub-utilizadas, ya que sus gerentes no están en la capacidad de
explotar al máximo sus talentos.
La creatividad en las empresas
es fundamental para los momentos de crisis y en numerosas oportunidades puede
paliar la posible falta de recursos. Además, la creatividad es de suma importancia para las
organizaciones de hoy en día, vista como fuente de ventaja competitiva.
Tomado del libro "Genialidad Creativa" del publicista Manuel Infante.