A
mis talleres vienen personas que quieren cambiar su vida. Buscan, bien sea
mejorar una relación, su situación financiera, un trabajo o toda su
existencia. Quieren enfocarse en el futuro, sin saber que sólo cerrando
con el pasado y aprendiendo de éste es que se puede crear algo nuevo y
distinto. En todos los casos, la clave está en perdonar. ¿Quieres aprender como
hacerlo? A continuación te cuento como lograrlo:
¿Qué significa perdonar?
En
la mayoría de los casos, se tiene la idea de que perdonar es que “tú, tan
bueno” absuelves a alguien malo que te hizo daño. Creo que esta concepción es
equivocada. Por duro que parezca, ninguna persona o situación puede dañarte si
de alguna manera no has formado parte de esa dinámica. Claro esto ocurre a
nivel inconsciente pues nadie quiere lastimarse o sentir dolor.
Perdonar
significa soltar las emociones que vienen de una vivencia que te ha hecho
sentir lastimado. También es “aceptar” lo que ocurre, porque aunque no lo comprendas,
por alguna razón ocurre. Cuando aceptas la situación tal como es, entonces
estas listo para responsabilizarte por tu participación (inconsciente) en dicho
evento.
Perdonar
es recordar lo sucedido como una anécdota, como una experiencia que te sirvió
para crecer. Por supuesto que perdonar requiere de valentía, madurez e
inteligencia emocional. Perdonar implica todo un proceso, pero te aseguro que
valdrá todo el esfuerzo que hagas hasta llegar allí.
¿Cómo perdonar?
El
perdón es una acción que se aprende, lo cual implica un trabajo interior de
consciencia que es necesario realizar. Existen muchas técnicas para lograrlo.
Una que uso se llama carta de cierre y es un escrito donde vacías lo que tienes
guardado de la vivencia con esa persona. Te invito a revisar si esto funciona
para ti, en la mayoría de los casos es una gran ayuda. Sin embargo, hay
momentos donde esto no basta porque la herida es muy profunda. Si es
tu caso, es bueno que busques un terapeuta que te acompañe en este
proceso.
A
continuación te dejaré el formato de la carta. Es un ejercicio escrito,
pero sobre todo un proceso donde drenas tus emociones con respecto a
alguien o algo y te liberas de ellas. Puede ser un ejercicio que dure varios
días. Hazla hasta que sientas que ya está lista(o) y que has expresado todo lo
que querías decir.
Algo
importante de esta carta es que imagines como te sentirías si ésta fuese para
ti y la estuvieras recibiendo. Esto significa que debe ser una honesta, pero no
agresiva.
Debes
usar tus palabras y lo escrito a continuación sólo es una muestra, como un
formato para asegurar que consideres todos los aspectos de la relación.
Modelo de la carta de cierre:
Querido(a)
XXX, te escribo esta carta porque quiero sentirme en paz contigo, tener una
mejor relación y que haya más cercanía. (En el caso de una persona que ya ha
partido, tal vez la intención de la carta es estar en paz con el recuerdo de la
persona).
En
otro párrafo comienzas con lo que agradeces de lo vivido con esa persona.
Escribe las cosas o experiencias que valoras o aprecias de ese ser. Si sientes
que no hay mucho de agradecer, puedes agradecer lo que aprendiste producto de
su comportamiento. Por ejemplo, si fuese para tu padre que te abandonó puedes
decir: agradezco ser ahora fuerte o independiente producto de tu ausencia.
En
el párrafo siguiente, dices aquello que tenías guardado, eso que ha dolido o
molestado. Sin embargo, tienes que escribir esta parte, hablando de ti,
haciéndote responsable de tus emociones y pensamientos.
Por ejemplo, en lugar de decir "porque tu me hiciste sentir mal" puedes escribir "en el momento en que dijiste tal cosa yo me sentí muy triste". En esta parte es muy importante encontrar una forma de ver la responsabilidad en lo vivido más que verte como una víctima de la otra persona.
Por ejemplo, en lugar de decir "porque tu me hiciste sentir mal" puedes escribir "en el momento en que dijiste tal cosa yo me sentí muy triste". En esta parte es muy importante encontrar una forma de ver la responsabilidad en lo vivido más que verte como una víctima de la otra persona.
Finalizando
la carta, el último párrafo, cierras diciendo algo como: Ya te he compartido
todo lo que tenía guardado de nuestro recorrido juntos, ahora me siento en paz
y te libero y me libero de
la forma como nos habíamos estado relacionando.
Que Dios te bendiga.
Que Dios te bendiga.
Recomendaciones finales
Al
finalizar la carta, vuelves a leerla y te preguntas si así estaría bien
enviarla y como se sentiría la persona al recibirla. Si crees que aún no puede
ser entregada así, vuelve a hacerla.
A
veces hay tanto dolor guardado que en principio no es posible hacer una carta
así de forma honesta. Es probable entonces que lo que necesites sea soltar o
desahogarte. Para ese caso hay otro ejercicio: una carta de vaciado,
escribiendo en ella cómo te sientes por las acciones de la otra persona. En
este formato de trabajo del perdón si puedes acusar, incluso insultar o dejar
salir tu rabia o dolor. Si sientes que lo necesitas, hazlo pero recuerda que
este es un paso previo y hay que hacer otra cuando estés lista con el formato
anterior. Inténtalo tantas veces lo necesites hasta que la carta no sea una
acusadora, como si sólo tu tuvieras la razón.
Esta
carta puede ser escrita a alguien que vive o incluso a quien ya haya partido.
Más allá de las palabras, lo importante es la parte emocional que se vacía al
escribirla. Luego, por ejemplo hay algunas cartas que son para personas a las
que más nunca verás. También hay otras para tus padres o ex pareja con quien
tienes hijos y quieres transformar la relación. Adecua lo que escribas de acuerdo
a la situación.
Estoy
segura que al finalizar, te vas a sentir muy bien y mucho más ligero.
Créeme,
no hay manera de crear un nuevo futuro, si no aprendes, perdonas y cierras tus
ciclos. ¡Vamos! ¡Tu puedes!
Nota: Para estos y otros temas de la misma autora
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