¿Estás enfrentando un desafío personal en algún ámbito específico de tu vida o en varios al mismo tiempo? ¿Lo que vives en tu país es muy complicado? ¿Afrontas una crisis que no sabes cómo manejar? ¿Estás en un momento en el que te toca tomar decisiones que te asustan?
Vivimos en un mundo convulsionado, tanto en el afuera como en nuestro interior. La incertidumbre cada vez se acerca más a nuestras vidas, sin importar cuanto hayamos hecho por garantizarnos tranquilidad. Ante todo esto, el poder de la esperanza puede serte de mucha ayuda.
La vida es movimiento y cambio continuo, pero lo olvidamos. Nos cuesta entender que va a haber nacimiento, muerte y renacimiento varias veces en nuestra existencia. La zona de confort realmente es tan cómoda y sabrosa que queremos permanecer allí por siempre, aún cuando por lo general ese lugar donde nos encontramos no es tan bueno. Sabiendo esto (a nivel mental) nos es difícil lidiar con los nervios y el futuro incierto. Ese es el territorio de las emociones y allí a veces no tenemos tanta inteligencia.
¿Cómo abordamos una crisis?
Desde mi experiencia, tanto personal, como en los talleres que facilito, puedo ver lo difícil que es manejarnos en escenarios con obstáculos. Entonces, lo que sugiero es que refuercen la esperanza. Esta palabra, cada vez para mi tiene un mayor significado y no sólo como concepto. Es la práctica de la esperanza la que me ayuda a sortear todos los complejos eventos a los que estamos expuestos. Así que la esperanza y la fe son mis grandes aliadas. Incluso en “la noche más oscura” de mi vida, puedo tener una buena actitud. Además, actúo basada en lo bueno que quiero construir y no en el miedo que a veces parece apoderarse de mí.
¿Qué es la esperanza?
Debido a que la palabra “esperanza” ha sido cada vez más importante en mi vida, busqué en el diccionario su significado. Me encantó lo que encontré, porque intuitivamente así la vivía y aún la experimento de esa forma. Por esto puedo explicarte mejor con el deseo de que llegue a despertar alguna inspiración en ti.
Esperanza es esperar un futuro mejor, mientras se actúa para crear ese porvenir que se desea. Es decir, la esperanza no es pasiva, sino más bien es una inspiración que te invita a actuar. Cuando se une ese sentimiento de confianza y motivación con la acción consciente y persistente, es como la esperanza se convierte en un poder que nos da la capacidad de transformarnos desde adentro hacia afuera.
Creo que esto es importante, porque a veces preferimos mirar a otro lado, evadiendo aquello que llega a nuestra vida, justo cuándo más lo debemos encarar.
Detrás de una crisis hay una ganancia.
Mira tu pasado, revisa la historia de otras personas o incluso países. Date cuenta cuánto se crece si se aprovecha una crisis, cualquiera que sea. De hecho, creo que las crisis vienen para obligarnos a crecer.
Si le preguntaras a alguien que ha superado un momento difícil, (si lo ha vivido adecuada y conscientemente), seguro te dirá que agradece ese momento por todas las ganancias que le dejó. Si revisas con más profundidad tu vida, seguro podrás ver momentos similares. Miras atrás y probablemente digas: gracias a Dios que esto pasó de esta manera o ¿cómo pude sufrir tanto por esto cuando todo ocurrió para mejor?
Con esto, quiero invitarte a que mires desde otro punto de vista la crisis que estás viviendo. Fortalece tu esperanza con la consciencia de que todos los desafíos siempre suceden para un mayor bien. Además, toma acción para mejorarte interiormente mientras manejas tu situación. Eso te ayudará a convertir el poder de la esperanza en una actitud real que te impulsará a crecer. Por otra parte, ojalá puedas sentir que lo que viene es mejor. Adicionalmente considera la parte de la acción de la esperanza que ya mencioné. Creo que, en las crisis esto se asocia a ver tu responsabilidad sobre lo que vives y no te gusta. ¿Qué pudieras hacer distinto? ¿Qué tienes que aprender de todo esto? También recordar que sigue siendo tu vida y por más que la situación sea complicada, tú eres responsable de crear aquello que deseas y de ser feliz.
Aférrate a la fe.
La otra gran base que puede sostenerte es la fe. Saber que algo más grande y con más sabiduría que tú, (llámalo Dios, Inteligencia Infinita o como quieras) está detrás de todo. Este Ser va moviendo los hilos y como un Padre o Madre amoroso(a), te sostiene y guía incluso en los momentos más difíciles. Hay una frase en la creo profundamente: “Dios no te enviará mayor peso del que puedes cargar”.
Si no has encontrado tu conexión con Dios, mi propuesta puede lucir vaga. Sin embargo, realmente hace una importante diferencia vivir tu vida sabiéndote acompañado(a) y protegido(a) por un Ser Superior. Por esto, te sugiero que practiques oración, meditación o contemplación para encontrar tu fe. Así podrás sentir la presencia de Dios en tu vida. A veces esta conexión puedes sentirla mirando un amanecer o viendo a los ojos de tu hijo.
Me encantaría infundirte mi fe y esperanza pero eso no es posible. Lo que puedo transmitirte en este artículo son mis experiencias e ideas. Esto puede generarte interrogantes, curiosidad e inspiración. Pero lo que hará la diferencia es que tú lo vivas. Así que ojalá te animes a fortalecer tu fe y el poder de la esperanza y así transformar tu cotidianidad.
¡Bendiciones para ti!
Nota: Para artículos sobre este y otros temas de la misma autora, también puedes visitar https://carlaacebeydesanchez.com
Vivimos en un mundo convulsionado, tanto en el afuera como en nuestro interior. La incertidumbre cada vez se acerca más a nuestras vidas, sin importar cuanto hayamos hecho por garantizarnos tranquilidad. Ante todo esto, el poder de la esperanza puede serte de mucha ayuda.
La vida es movimiento y cambio continuo, pero lo olvidamos. Nos cuesta entender que va a haber nacimiento, muerte y renacimiento varias veces en nuestra existencia. La zona de confort realmente es tan cómoda y sabrosa que queremos permanecer allí por siempre, aún cuando por lo general ese lugar donde nos encontramos no es tan bueno. Sabiendo esto (a nivel mental) nos es difícil lidiar con los nervios y el futuro incierto. Ese es el territorio de las emociones y allí a veces no tenemos tanta inteligencia.
¿Cómo abordamos una crisis?
Desde mi experiencia, tanto personal, como en los talleres que facilito, puedo ver lo difícil que es manejarnos en escenarios con obstáculos. Entonces, lo que sugiero es que refuercen la esperanza. Esta palabra, cada vez para mi tiene un mayor significado y no sólo como concepto. Es la práctica de la esperanza la que me ayuda a sortear todos los complejos eventos a los que estamos expuestos. Así que la esperanza y la fe son mis grandes aliadas. Incluso en “la noche más oscura” de mi vida, puedo tener una buena actitud. Además, actúo basada en lo bueno que quiero construir y no en el miedo que a veces parece apoderarse de mí.
¿Qué es la esperanza?
Debido a que la palabra “esperanza” ha sido cada vez más importante en mi vida, busqué en el diccionario su significado. Me encantó lo que encontré, porque intuitivamente así la vivía y aún la experimento de esa forma. Por esto puedo explicarte mejor con el deseo de que llegue a despertar alguna inspiración en ti.
Esperanza es esperar un futuro mejor, mientras se actúa para crear ese porvenir que se desea. Es decir, la esperanza no es pasiva, sino más bien es una inspiración que te invita a actuar. Cuando se une ese sentimiento de confianza y motivación con la acción consciente y persistente, es como la esperanza se convierte en un poder que nos da la capacidad de transformarnos desde adentro hacia afuera.
Creo que esto es importante, porque a veces preferimos mirar a otro lado, evadiendo aquello que llega a nuestra vida, justo cuándo más lo debemos encarar.
Detrás de una crisis hay una ganancia.
Mira tu pasado, revisa la historia de otras personas o incluso países. Date cuenta cuánto se crece si se aprovecha una crisis, cualquiera que sea. De hecho, creo que las crisis vienen para obligarnos a crecer.
Si le preguntaras a alguien que ha superado un momento difícil, (si lo ha vivido adecuada y conscientemente), seguro te dirá que agradece ese momento por todas las ganancias que le dejó. Si revisas con más profundidad tu vida, seguro podrás ver momentos similares. Miras atrás y probablemente digas: gracias a Dios que esto pasó de esta manera o ¿cómo pude sufrir tanto por esto cuando todo ocurrió para mejor?
Con esto, quiero invitarte a que mires desde otro punto de vista la crisis que estás viviendo. Fortalece tu esperanza con la consciencia de que todos los desafíos siempre suceden para un mayor bien. Además, toma acción para mejorarte interiormente mientras manejas tu situación. Eso te ayudará a convertir el poder de la esperanza en una actitud real que te impulsará a crecer. Por otra parte, ojalá puedas sentir que lo que viene es mejor. Adicionalmente considera la parte de la acción de la esperanza que ya mencioné. Creo que, en las crisis esto se asocia a ver tu responsabilidad sobre lo que vives y no te gusta. ¿Qué pudieras hacer distinto? ¿Qué tienes que aprender de todo esto? También recordar que sigue siendo tu vida y por más que la situación sea complicada, tú eres responsable de crear aquello que deseas y de ser feliz.
Aférrate a la fe.
La otra gran base que puede sostenerte es la fe. Saber que algo más grande y con más sabiduría que tú, (llámalo Dios, Inteligencia Infinita o como quieras) está detrás de todo. Este Ser va moviendo los hilos y como un Padre o Madre amoroso(a), te sostiene y guía incluso en los momentos más difíciles. Hay una frase en la creo profundamente: “Dios no te enviará mayor peso del que puedes cargar”.
Si no has encontrado tu conexión con Dios, mi propuesta puede lucir vaga. Sin embargo, realmente hace una importante diferencia vivir tu vida sabiéndote acompañado(a) y protegido(a) por un Ser Superior. Por esto, te sugiero que practiques oración, meditación o contemplación para encontrar tu fe. Así podrás sentir la presencia de Dios en tu vida. A veces esta conexión puedes sentirla mirando un amanecer o viendo a los ojos de tu hijo.
Me encantaría infundirte mi fe y esperanza pero eso no es posible. Lo que puedo transmitirte en este artículo son mis experiencias e ideas. Esto puede generarte interrogantes, curiosidad e inspiración. Pero lo que hará la diferencia es que tú lo vivas. Así que ojalá te animes a fortalecer tu fe y el poder de la esperanza y así transformar tu cotidianidad.
¡Bendiciones para ti!
Nota: Para artículos sobre este y otros temas de la misma autora, también puedes visitar https://carlaacebeydesanchez.com