Existe una tendencia a considerar que un trabajador por cuenta propia es un emprendedor. Sin embargo, cada uno tiene características particulares que lo distinguen del otro. La principal diferencia radica en la capacidad de innovación.
Un trabajador por cuenta propia es una persona que trabaja para sí misma, realizando una actividad por la cual recibe un ingreso, bien sea atendiendo un negocio de su propiedad o contratado para realizar un servicio profesional u ocupacional.
En muchos casos responde a la necesidad de tener un empleo, bien sea porque no lo consigue o porque no desea encontrar un empleador. Es decir, constituye una alternativa al mercado laboral (asalariado).
El trabajador por cuenta propia crea su propio puesto de trabajo, utilizando su conocimiento, su capital y su esfuerzo para generar ingresos lo más rápido posible. No tiene empleados. Por lo general no recibe una remuneración acorde con el esfuerzo realizado. En muchos casos, el trabajador por cuenta propia lo que busca es subsistir.
El autoempleo es considerado una opción para aquellos trabajadores que quieren huir de una situación laboral inestable o poco satisfactoria y quieren tener un trabajo para ganarse un sustento digno. Por lo general, el trabajador por cuenta propia no se preocupa por hacer las cosas de forma diferente, es decir es poco innovador.
Por otra parte, un emprendedor se caracteriza fundamentalmente por ser una persona innovadora. Esta cualidad va más allá del hecho de inventar algo. Está más relacionada con la capacidad de identificar nuevas oportunidades en el mercado, en la producción de nuevos productos o mejora de los existentes e introducir nuevos métodos y formas de organización.
En otras palabras, un emprendedor busca destruir el estatus-quo de los productos y servicios existentes para mejorarlos o crear nuevos.
Es capaz de imaginar si una oportunidad o idea se convertirá en un negocio de éxito. Gracias a esa capacidad de visión a futuro se arriesga a intercambiar recursos económicos desde un área de baja productividad hacia un área de alta productividad y alto rendimiento.
Se puede ser emprendedor siendo también empleado, cuando una persona propone nuevas ideas en su ámbito laboral o cuando encuentra una manera más eficiente de llevar a cabo un proceso.
La relevancia de estas cualidades que diferencian al trabajador por cuenta propia del emprendedor se pone de manifiesto cuando se contrastan los aportes que ambos grupos de individuos hacen a la economía de un país o de una región.
Texto: Rosa Rodríguez.
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