miércoles, 17 de octubre de 2018

Empresas genialmente creativas

En la actualidad, una organización puede ser tan simple como la familia o tan compleja como una corporación internacional. Las organizaciones necesitan ser creativas para proporcionar contenido de valor agregado incrementado a los grupos de interés (éstos incluyen administración, inversionistas, clientes, proveedores, empleados, familias de los empleados, y la comunidad). Los empleados que trabajan intensamente sólo pueden suministrar contenido limitado de valor agregado incrementado a los grupos de interés de las organizaciones. Únicamente el uso efectivo del potencial creador de la administración, de los empleados y de los proveedores de la organización le permitirá cumplir sus obligaciones para incrementar el valor agregado a todos los grupos de interés.

Muchos gerentes y altos ejecutivos tienen una actitud de mantenimiento. Creen que su trabajo consiste en procurar que todo siga funcionando y en resolver los problemas a medida que se presentan. Lamentablemente, en un mundo muy competitivo, la gerencia de mantenimiento ya no es el concepto poderoso de antes. Porque mientras unos tratan de conservar su posición, los competidores tratan de adelantarse.

Por consiguiente, hay que mantenerse a la par de los competidores en términos de precio, calidad, distribución y promoción. Se debe buscar diferenciación del producto y tomar algunas iniciativas de comercialización, evidenciando la necesidad de ser creativo.

¿Cómo lograr la creatividad corporativa? Una compañía es creativa cuando sus empleados hacen algo nuevo y potencialmente útil sin que se les haya mostrado o enseñado directamente. Los resultados tangibles de la creatividad corporativa son el mejoramiento y las innovaciones que día a día todos los empleados aportan.

De este modo, la organización debe abrir un campo hacia la innovación mental de sus gerentes, por medio de estrategias de comunicación y de constante capacitación. Asimismo, el empleado debe entender que para evolucionar no sólo debe tener a su mano un conocimiento previo de una función, es decir aprender un saber y terminar; lo que debe tener en cuenta es que aprender y ser más creativo es mucho más valioso.

Esta nueva formación de aprender y ser más creativo, para poder evolucionar en cualquier gestión, es consecuencia inmediata de los tiempos modernos, ya que todos los días el recurso humano de una empresa, se encuentra con diferentes problemas e innovaciones. Lo que el empresario debe tener en cuenta es que esta formación es lenta y requiere de la ayuda de sus empleados; pero si se quiere estar avanzando, conociendo nuevos mercados y nuevas formas de conseguir utilidades, los directivos no sólo están en la consecución de esta meta, se requiere también preparación del recurso humano.

Uno de los problemas hoy en día es que los empleados se limitan a un sueldo y a unas funciones cotidianas, sin pensar en que los empresarios, por querer estar en mercados globalizados necesitan imaginación y creatividad sin importar la función que desempeñe. Por esto, el gerente del siglo XXI, si no se quiere quedar rezagado a una participación pasiva en el desarrollo de una empresa, debe unir tres elementos fundamentales en el desarrollo laboral: un constante estudio, una actitud crítica, y una gestión honesta y que además, tenga ingredientes de imaginación, creatividad y comunicación.

En este sentido, el gerente debe encaminarse hacia la creatividad, la polivalencia y que sean unos buenos comunicadores. Estos factores, junto con una serie de valores y ética, crean el empleado perfecto del nuevo milenio. De este modo, la persona que se dispone a trabajar debe discernir con detenimiento los nuevos adelantos tecnológicos y aplicarlos a su empresa creativamente, sin importar una gestión sino el gusto de poder colaborar una misión y un desempeño.

Por otro lado, la creatividad no es sólo una manera de hacer mejor las cosas. Sin creatividad no podemos utilizar plenamente la información y la experiencia disponibles, encerradas dentro de viejas estructuras, viejas pautas, viejos conceptos y viejas percepciones. De lo cual se desprende, que muchas organizaciones tradicionales resultan ser unidades de negocio sub-utilizadas, ya que sus gerentes no están en la capacidad de explotar al máximo sus talentos.

La creatividad en las empresas es fundamental para los momentos de crisis y en numerosas oportunidades puede paliar la posible falta de recursos. Además, la creatividad es de suma importancia para las organizaciones de hoy en día, vista como fuente de ventaja competitiva.

Tomado del libro "Genialidad Creativa" del publicista Manuel Infante.